El mundo de las carreras es apasionante y está lleno de desafíos. Pero si a los alicientes típicos de cualquier competición le añadimos la suntuosidad de las instalaciones y el público de élite que genera, el resultado es una serie de eventos deportivos únicos y exclusivos a escala mundial.
Dubái es mundialmente conocido como símbolo de riqueza. Cuenta con la original pista de ski techada (la primera y más famosa de medio oriente) y con la serie de carreras de caballos más majestuosa del planeta: Dubai World Cup, creada por el jeque Maktoum bin Rashid Al Maktoum. Dubai World Cup está integrada por seis competiciones para caballos Pura Sangre. Ganarlas significa ponerse el mundo hípico a sus pies. Correrlas, haber formado parte de un sueño. Pisar el hipódromo el día de la serie, tras haber conseguido una entrada y un lugar en el estacionamiento, es ser testigo del turf más avanzado y competitivo del planeta. Más de diez millones de euros repartidos en premios y un público compuesto por personalidades de todos los continentes convierten Dubai World Cup en una de las competiciones hípicas más exclusivas del planeta en el hipódromo más grande del mundo: el hipódromo de Meydan. Con tribunas de un kilómetro de largo, más de diez restaurantes, puerto privado para yates, establos con aire acondicionado y sanitarios con grifería de oro. Un año más, Dubái será centro y sede de la “Olimpíada de los Caballos de Carrera”.
Quizás parte del éxito de la Dubai World Cup no sólo se debe a constituir una de las carreras más importantes, sino al auge de Dubái como destino turístico, con una oferta inigualable de ocio y atracciones, a las que cabe sumar la cita anual en el hipódromo más exclusivo del planeta.